Ahí lo tienes: has creado una nueva vida...

El mismo niño que hasta hace poco acunabas en tu vientre ahora duerme tranquilamente en una cuna cercana. El niño por el que has derramado tantas lágrimas, un regalo de amor tan fuerte e incondicional. Puede que hayas derramado lágrimas amargas por el dolor agudo del parto o incluso lágrimas dolorosas al curarte de una cesárea u otro tipo de intervención. Incluso podría ser un estallido de todas estas emociones.

¿Y ahora? Eres diferente, tú mismo, pero diferente y eso es absolutamente innegable y tal vez, de alguna manera, esté afectando tus relaciones íntimas. Te sientes algo fuera de lugar, incómodo, no realmente en tu propia piel. Sientes que has perdido el deseo o por el contrario, si te gustaría tener sexo, estás muy, muy inseguro al respecto.

¿Qué tal si tratamos de arrojar algo de luz sobre el tema?

Empecemos desde el principio

¡NO ERES EL ÚNICO! Según varios estudios, un número considerable de madres reportan problemas con su vida sexual durante los primeros tres meses después del parto. Pequeñas piedras o baches a lo largo del camino que a veces, en vez de sortear, confiesan haber arrastrado durante más de un año, aumentando progresivamente su peso.

Esto es exactamente lo que no queremos que suceda; la intimidad es parte fundamental de nuestra salud; por lo tanto, debemos sentirnos cómodos y preparados para entablar cualquier tipo de relación sexual. Entonces, ¿cómo hacemos eso?

1. Lo cierto es que a veces la pérdida de la lujuria es una realidad, estimulada especialmente por los cambios hormonales, la preocupación por el recién nacido, la aclimatación, la reducción de la intimidad y el cansancio. Por supuesto, los cambios físicos también son un detonante que en ocasiones modifica los apetitos. Las zonas antes erógenas ya no lo son o se han vuelto incómodas, por ejemplo, si estás amamantando, tus senos suelen estar más sensibles. Podría despertar tu deseo sexual o molestarte. Es posible que deba "volver a aprender" a sí mismo y, a veces, incluso, "reinventarse" a sí mismo. Entonces, ¿cómo podemos despertar el deseo?

  • Demostrar afecto por medio de caricias
  • Besos
  • Masturbación
  • Sexo oral
  • Comunicar lo que nos gusta o disgusta, y hacerlo sin sentir vergüenza
  • Buscar estímulos como literatura erótica o películas

2. Si ha tenido una cesárea o si ha dado a luz por vía vaginal, los músculos del suelo pélvico se han visto afectados en mayor o menor medida por el proceso de embarazo. Estos músculos no solo son fundamentales para evitar prolapsos o incontinencias, sino que son los responsables directos de nuestro bienestar sexual. Si el suelo está debilitado, la presión que ejerceremos será menor. Por lo tanto, el orgasmo puede ser más difícil de alcanzar y, al hacerlo, puede ser menos intenso/placentero.  

¿Cómo resolvemos esto? Para empezar, sería de gran ayuda que un fisioterapeuta especializado pudiera evaluarnos durante el posparto y darnos pautas de lo que debemos hacer. Seguro que te recomendarán los ejercicios de Kegel y aquí Perifit se convierte en nuestro aliado más fiable. De hecho, funciona tan bien que miles de médicos en todo el mundo lo recomiendan.   Además, hay que tener en cuenta que el 30% de las mujeres realizan los ejercicios de forma incorrecta, lo que es contraproducente e incluso perjudicial. Por suerte, con Perifit todo está bajo control ya que es el único dispositivo que identifica las contracciones mal ejecutadas para que puedas hacerlas correctamente y cuidarte. También, y no menos crítico, es realizar masajes en la zona del perineo utilizando un lubricante a base de agua o aceites adecuados.

3. Lubricantes: Si no estamos pensando en amamantar, en aproximadamente seis semanas volverán los ciclos menstruales y el epitelio vaginal se engrosará y lubricará, en contraposición, en el caso de la lactancia, los niveles de estrógenos se adelgazan y nuestro nivel de la lubricación es deficiente, por lo que la masturbación o la penetración pueden resultar incómodas o incluso dolorosas. ¿Cómo arreglamos esto? Bueno, los lubricantes harán el trabajo. Recuerda que si vas a usar un condón como método anticonceptivo, debe ser compatible con el lubricante.

4. Posturas: Aproximadamente, el sistema reproductivo después del parto tarda un promedio de cinco a seis semanas en recuperarse y, por lo tanto, no se recomiendan las relaciones sexuales. De esta forma evitamos infecciones (sobre todo si aún tenemos loquios o nos han suturado a base de una episiotomía o desgarros). Por supuesto, en los casos en que ha habido una cesárea, la cópula puede ocurrir antes de que se cumplan las 5-6 semanas completas. Es normal que tengamos una sensación de hipersensibilidad en nuestros órganos sexuales que irá disminuyendo con el tiempo. Sin embargo, también es posible tener sensaciones diferentes, nuevas y placenteras.

¿Y qué posiciones son ideales?

  • Siéntate o acuéstate al lado de tu pareja. De esa forma puedes controlar el grado de penetración y el ritmo
  • Ambos se acuestan de lado, uno frente al otro. En este caso, la penetración no será profunda y el ritmo será en sí mismo, más lento dada la postura
  • Igual que el anterior, pero serás penetrado por detrás. De nuevo, la penetración no será profunda y el ritmo acompañará la posición

5. Paciencia y bajas expectativas: Y más si es la primera vez que planeas tener sexo después del parto. Date una oportunidad y, sobre todo, sé indulgente contigo mismo si no sale como esperabas. Después de un cierto período de tiempo, si todavía tiene dificultades, es posible que desee buscar ayuda profesional (ginecólogo, sexólogo, etc.) ).

6. Es fundamental comunicarse y comprender su relación con su pareja. Tu forma de llegar al clímax puede haber cambiado y la estimulación que antes te emocionaba ya no lo hace o no es tan placentera como antes. Por lo tanto, ambos necesitan comunicarse y entenderse.

Ahora es evidente que no hay fórmulas mágicas, pociones o hechizos que sean infalibles. Todo lo que necesitas hacer es dejar que la magia dentro de ti haga su trabajo. Tu magia es lo que te ha permitido dar a luz a un nuevo ser desde el cálido y enrojecido centro de tu cuerpo.

 

Andrea Acosta
Escritora de género romántico, ficción erótica y gastronomía. Combino literatura, fotografía y colaboraciones a través de historias, artículos y reseñas de juguetes sexuales.